sábado, 25 de octubre de 2008

¿Puede vincularse a Sócrates con Favaloro?

En un trabajo práctico que debí realizar este año, me encontré con que tenía que buscar puntos en común entre el Dr. Favaloro y Sócrates. Esto fue lo que salió:

Ambos se caracterizaban por tener espíritus favorables, es decir, los de aquellos que transitan este mundo involucrándose verdaderamente con lo que hacen, aquellos a los que “no todo les da igual” como ocurre con los espíritus neutros, ni aquellos que se oponen a todo los que se les enseña, como los de espíritus negativos.

Ambos sentían un verdadero entusiasmo por enseñar. Sócrates fue el primer pedagogo que, con preguntas irónicas la mayoría de las veces, lograba respuestas inteligentes, en lo que fue denominado como la técnica de la mayéutica, es decir el hecho de dar a luz a las ideas. Mientras que René Favaloro en todos sus emprendimientos, no sólo tenía como meta brindar atención médica, sino también educar a la población. Así lo hizo en sus primeros años como médico rural en un pueblito de La Pampa, donde bajó notablemente el índice de mortalidad materno-infantil gracias a la campaña de higiene que llevaron a cabo él y su hermano, también médico, y así lo hizo también al regresar a la Argentina de los Estados Unidos, a través de programas de televisión y de fundaciones, cuyo principal objetivo era educar en los hábitos de vida y de higiene para la prevención de variadas enfermedades, (ver adjunto nº2, sobre la vida y obra del Dr. René Favaloro)


Ambos eran idealistas. Compartían ideales como: libertad, justicia, ética, respeto, participación social, búsqueda de la verdad y del saber. Los consideraban, también, que estos ideales debían ser alcanzados con pasión, esfuerzo y sacrificio. En el caso de René Favaloro, su aporte fue resultado de conocimientos profundos de su especialidad y éstos fueron adquiridos a partir de largas horas de investigación y de intensa labor. Para Sócrates la virtud era el ejercicio de la misma y el dominio del espíritu sobre cualquier tentación. Él sostenía que “la virtud era ciencia y la ciencia era virtud” es decir, que sólo se podía llegar al conocimiento a través del autodominio.


Ambos fueron autodidactas. Personas que no se conforman con el conocimiento tradicional y que están en constante búsqueda de mayor conocimiento a través de la investigación, de la observación y de la reflexión.


Ambos fueron capaces de intentar la ruptura de un paradigma existente, buscando la transformación de la ley, cambiando leyes externas para hacerlas internas. Cuestionando permanentemente el sistema social en el que nos encontramos insertos, pero no quedándose en la simple crítica, sino aportando ideas para el cambio. Así como Sócrates quería una república perfecta en una Atenas que estaba con muchos problemas, así también Favaloro, desde su lugar, pretendía introducir cambios en la Salud Pública de la Argentina y en el cumplimiento y desempeño de los funcionarios públicos.


Ambos fueron personas no interesadas en lo material. En el caso de Sócrates, mientras los sofistas cobraban por sus enseñanzas, él jamás cobro nada. En el caso del Dr. René Favaloro, su deseo de crear centros de enseñanza y atención hicieron que se endeudara más allá de sus posibilidades, perdiendo lo que alguna vez había sido una buena posición económica y pasando a estar prácticamente en la quiebra.



Ambos consideraron que la ciencia significaba, no sólo contemplación, sino también acción. El conocimiento de la verdad resultaba conocimiento verdadero en tanto se convirtiera en convicción que implica una tendencia activa y la determina. Para Sócrates la ciencia significaba dominio de sí mismo y a lo largo de toda su vida, el eligió vivir de acuerdo a su manera de pensar, es decir, con autodominio. Favaloro pensaba que nada podía cambiarse si no nos involucrábamos y nos jugábamos por nuestros ideales y a lo largo de su vida, eso fue lo que él hizo: tratar de cambiar las leyes, con sus acciones y su esfuerzo.

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