martes, 16 de diciembre de 2008

Historias...... Adicciones...........

En esta noche de martes, les dejamos una historia real , un testimonio de alguien que estuvo muy mal durante mucho tiempo, por culpa de las adicciones ( posteo de la gente de www.tutienes.blogspot.com acerca de los tipos de adicciones, se los recomendamos) pero que a pesar de haber llegado a lo mas bajo a lo cual podría llegar un ser humano ,en la actualidad nos cuenta lo que padeció y sus ganas de que ese padecimiento haya quedado definitivamente el olvido y de que no hay nada como poder disfrutar de la vida plenamente. Esperemos que puedan leerla completa la carta ya que al considerar la importancia del tema, no era apropiado desdoblar el posteo. Agradecemos la buena voluntad de la persona, con la cual pudimos elaborar esta especie de ensayo.

Mi verdad la cuento desde lo que yo pude percibir una vez fuera de esa oscuridad. Cuando tan solo tenia 14 años, mi adolescencia se vio alterada por un mal paso dado.Yo era una chica común, venia de un colegio religioso y privado, mis compañeros eran los mismos desde jardín de infantes hasta mis 12 años, yo estaba en un lugar “conocido”. En el año 97, la situación económica se volvió insostenible en mi casa, a lo que mi madre debió salir a trabajar dejándonos a mi y a mi hermanos solos todo el día, sin el control de un adulto (ya que mi padre también trabajaba) y sin ningún tipo de guía y de apoyo para afrontar la adolescencia. Vale aclarar, que mi padres tomaron una decisión que sé que hoy por hoy la aborrecen y de la que se arrepienten hoy día. Ellos decidieron cambiar de colegio a sus 3 hijos, para lograr estabilizar un poco la economía de la casa. Pero su decisión no recayó bien en mí, por mi momento, por mi crecimiento.
Comencé mis 13 años en una escuela estatal, no conocía a nadie, el ambiente era feo, mis compañeros nuevos iban armados al colegio, nadie hacia nada, era la escuela del descontrol, era un mundo DESCONOCIDO.
Los primeros días sufrí mucho, sentía que no encajaba, que quería volver a mi antiguo colegio, con mis compañeros de siempre. Me indignaba ver como no se respetaba a los profesores, como había tanto desorden. Y volvía todos los mediodías llorando a mi casa, rogándoles a mis padres que me cambiaran de colegio porque no lo soportaba, porque era un cambio muy abrupto a lo que yo “estaba acostumbrada”. Lloré, patalee y no hubo caso, a ellos les dolía mas que a mi.
Con el pasar de los meses, inicie nuevas amistades y empecé a rodearme de esa gente “desconocida” hasta formar parte de ellos, de su mundo. No me quedó otra, sino era como ellos, dudaba de mi existencia escolar en ese establecimiento. Me convertí, ya no era esa chica común: a los 14 años empecé a fumar tabaco, a tomar alcohol (mucho) no iba nunca a la escuela, me rateaba, no estaba en mi casa, salía todo el tiempo, mis tardes las pasaba en una plaza o en una esquina tomando cerveza, vino, lo que fuera. Mi adolescencia estaba sumergida en un mundo raro, en mundo que no creía que iba a vivir de tan pequeña. Cuando ya ni el alcohol, y ni el tabaco lograba darme satisfacción u algo (yo considero que estaba en búsqueda de algo, pero no sabia de que) comencé a drogarme. Lo primero que probé fue la marihuana (faso) y era lo único que quería hacer, lo único que me mantenía fuera de mi realidad (colegio nuevo, padres ausentes, la muerte de mi abuelo, mi bajo rendimiento escolar, mis problemas existenciales típicos de la edad).
Fumaba y cada vez mas, como no tenia plata empecé a robarle a mi familia, robaba $5, lo que encontrara, y luego me di cuenta que el faso ya no me hacia nada, y empecé a consumir Cocaína, y a tomar pastillas que las mezclaba con alcohol. Mentía, les mentía a mis padres y a mis hermanos, mi carácter se tornó insoportable, casi intratable. Estaba pérdida, sin control. No era yo.
A los 15 años, me cambiaron de colegio nuevamente, ya que mis padres notaban mis conductas poco normales, consideraron que necesitaba un cambio, una renovación. La relación con ellos era prácticamente nula y mi hermana no me hablaba desde que se entero que yo le había robado plata. Yo me sentía sola, y excluida del mundo, sin ser conciente de lo que seguía haciendo.
Este nuevo colegio me gustaba, no era estatal, y mis compañeros venían de buenas familias, sin adicciones y sin problemas de conducta. Ahora yo sentía que no encajaba ahí, y que me quería volver a mi antigua escuela con los que alguna vez fueron desconocidos para mi.
Me costó adaptarme, pero a los 3 meses tenia un grupo bastante grande de amigos, y mientras mantenía a mis otros “amigos” con los que me drogaba. Obviamente que mis nuevos amigos se dieron cuenta de yo tenía otras adicciones mas allá del tabaco. Iba al colegio drogada, no estudiaba, dormía en clases, ni iba a gimnasia. Un desastre.
Al año siguiente, ya con 16, me pasaba que ya no podía mantener una conversación con nadie, mis nuevas amigas ya no sabían que hacer para sacarme del pozo en que el estaba, me hablaban y yo no las escuchaba. Me seguía drogando, mi vida ya no tenia un sentido para mi, no sabia porque vivía, ni porque tenia que vivir.
Hasta que un día, exploto mi cabeza, me di cuenta que ya no podía razonar, que no recordaba las cosas que hacia en el día, que vivía en el “limbo” y que estaba sufriendo mucho. Pedí ayuda a mis padres, les conté llorando lo que me estaba pasando, lloraba con angustia, porque sabia muy en fondo que me había equivocado. Lo primero que hicieron fue pedir cita con una psicóloga y un psiquiatra. Hablaron con mis amigas para que me controlaran en el colegio, y empecé a encaminarme. Pero como en todo camino siempre hay baches, me volví a caer, mi vida careció de sentido alguno, iba a la psicóloga y le mentía, le decía que estaba bien, que yo me sentía mejor. Tomaba ansiolíticos y antidepresivos, pero todo eso generó que yo caiga aun peor.
El verano del 2001, para ser mas precisa el 12 de enero, yo ya no tenia control algún sobre mi. Y decidí terminar con mi sufrimiento, ya sentía que no había ninguna salida.
Esa tarde fui a la casa de mi abuela (no recuerdo a que, ya que en mi cabeza no había lugar para recordar), me metí en el baño y le revisé los medicamentos, y me robé una tableta de pastillas, que no sabia para que se tomaban. Esa misma noche inicie una mezcla fatal de pastillas y alcohol, hasta perder la conciencia. Al otro día, mi madre y mi abuela intentaban despertarme sacudiéndome, pegándome cachetadas pero yo estaba inconciente, clínicamente estuve con un coma por no mas de 10 minutos. Entre golpe y golpe empecé a sentir, me dolía la cabeza, el estomago, no entendía nada de lo que me estaba pasando. Tengo un recuerdo, que creo yo que fue lo mas cercano que estuve del cielo: mientras mi madre me sacudía esperando que yo abriera los ojos, el lugar donde yo estaba era un lugar con paz, no había dolor, y no sufría. Ante los gritos desesperados, y los golpes recuperé mi conciencia, y estaba ahí, padeciendo lo que yo misma me había provocado. Luego vino la internación, lavaje de estomago, charla con la psicóloga y el reflexionar el que quería yo para mi, para mi vida.
Con el correr de los meses, mejoré, porque así lo quise, porque vi que tenia muchas cosas por las cuales vivir, porque la vida es hermosa, solo que yo no pude descubrir de tan chica. Y caminé, camine por la vida, y hoy tengo 25 años, soy una persona que no tiene adicciones, estoy lejos de aquellos momentos negativos, pero siempre los tengo presentes para no volver a equivocarme. Valoro cada instante de la vida, valoro vivir y todos los días poder levantarme con la certeza de que soy una mujer que sufrió, pero que ahora disfruta de ser un Ser totalmente feliz y pleno, y con ganas de ser cada vez mas feliz.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusto mucho como fue redactada la nota, es decir apelaron a dejar fluir la imaginacion y la experiencia de lo que vivio esta persona. Un muy buen trabajo, pero crudo, sin lugar a dudas.
Sigan asi.

Anónimo dijo...

Me meti en el blog, por Pablo ( por su insistencia, je) y la verdad que es que me shockeo mucho la nota. A que punto llego esta persona, para poder engañar a su propia familia. Es duro, pero bueno para concientizar a mucha gente.

Un abrazo
Gaston

Anónimo dijo...

me dio piel de gallina el relato, muy buena la redaccion, esperemos que la mujer que escribio esto este orgullosa de su Salida a la vida!

Anónimo dijo...

El testimonio es desgarrador, francamente tengo un conocido, con esta adicciòn y a veces uno sabe o no tiene real conciencia, de lo que padece el que se esta drogando pero creo que es algo demasiado doloroso, no solo para esa persona, sino para quienes tienen que acompañarlo. es la unica manera de ayudar, mediante la contencion familiar.

Anónimo dijo...

Hola Pabli y chicos de Salsipuedes, en verdad me parecio un relato bastante sincero y de por si, es bueno reconocer determinadas cosas a veces. La familia es el soporte necesario para poder sobrellevar esa dificil situacion.

a pesar de todo te mando un beso, hermoso

Nati

Anónimo dijo...

Me hubiera gustado más que hayan entrevistado a la persona, debido a que es más factible, que en un tipo de nota de esta modalidad, la persona se vaya más por las ramas, en cuanto a los detalles. En mi opinión,hace que se extienda demasiado la nota, pero de cualquier forma, es un muy valioso y valiente testimonio.

Saludos
Gonzalo

Anónimo dijo...

La nota o la confesiòn me parece bastante bien elaborada, en cuanto, al tema de algo tan destructor como es la droga. Sin dudas, que la fuente recogida, por uds, ha pasado por lo peor, que se puede vivir y afortunadamente para esa persona, pudo contarlo y al parecer ya estar bien, aunque hay que luchar con eso, estimo que mucho tiempo.